Conseguir un trabajo o práctica en una oficina de arquitectura no sólo depende de tus habilidades como arquitecto (o estudiante). La manera de presentar tus habilidades juega un papel esencial. En una época de gran competitividad profesional y con currículos cada vez más globalizados, el montaje de un portafolio puede parecer como una obligación, y a menudo una tarea muy demandante: ¿Cuáles proyectos menciono? ¿Qué información personal agrego? ¿Debo incluir mis trabajos académicos en portafolios profesionales?
El arquitecto brasileño Gabriel Kogan ha compartido con nosotros una lista de 12 consejos sobre cómo construir un buen portafolio de arquitectura, que incluye desde el diseño gráfico hasta el tipo de información y contenido personal que se debe incluir en tu curriculum vitae. Lee sus recomendaciones y si tienes algún otro consejo, asegúrate de compartirlo con nosotros en la sección de comentarios.
1. Simplemente dile "no" a enviar sólo el CV
Nunca (por ningún motivo) envíes tu curriculum vitae sin un portafolio de tu trabajo. Esa es la regla número uno, sin lugar a dudas. Los currículos en formato de texto, rara vez se leen y no destacan en comparación con los demás. La universidad donde te graduaste es mucho menos importante que tus capacidades reales dentro de la profesión.
2. La presentación de tu portafolio es tan importante como su contenido
La composición visual puede armar o desarmar un portafolio. Esto demuestra tu dominio de una de las habilidades esenciales para cualquier arquitecto: el diseño gráfico. Incluso los casos con increíbles proyectos tienden a ser pasados por alto o se vuelven invisibles cuando se compara con los que tienen una presentación más atractiva. Las páginas muy desordenadas pueden ocultar el contenido. Las imágenes necesitan respirar. No sobrecargues tu portafolio con una gran cantidad de información para que se vea más completo: mientras más conciso y atractivo el diseño, mejor. Por lo general, las personas que ven estos documentos pueden discernir qué información es relevante y lo que es sólo relleno. El tipo de letra, márgenes, estructura y proporción de una página dicen mucho acerca de su capacidad como arquitecto también.
3. Incluye gran cantidad de información personal
El trabajo de un arquitecto es multidisciplinario. Para casi todos las arquitecto en ejercicio es importante tener un conocimiento general que trasciende el diseño técnico o la construcción de un proyecto. La personalidad es fundamental para el trabajo. Si tus poemas son buenos, si tus dibujos son llamativos, si sabes escribir, si te gusta el arte, si tomas fotos espectaculares; no hay ninguna razón para ocultar nada de eso en tu portafolio de arquitectura. Las oficinas casi siempre buscan arquitectos que piensen por sí mismos. Además, esta información puede hacer que tu portafolio sea más divertido. También deberían aparecer visualmente. Tu fotografía personal o una "selfie" con un grupo de amigos en la playa no son realmente apropiados, pero una foto, incluso abstracta, que muestre tu personalidad y la manera de presentarte o representar tus intereses pueden añadir un toque agradable: imágenes que reflejan, principalmente, tu personalidad y tus intereses.
4. Un portafolio largo no es mejor que uno breve
Por el contrario. Algunas oficinas reciben docenas de CV diarios por lo que es importante ser corto y sintético; directo al grano. Portafolios con un montón de páginas rara vez se leyeron completos. Coloca tus mejores proyectos en primer lugar. Cierra con algo atractivo también, pero la primera impresión es la que cuenta. Si tienes muchos proyectos que estimas son buenos, no los pongas todos; sólo lo mejor de lo mejor. Los proyectos mediocres, de los que no estamos orgullosos o existe alguna duda acerca de ellos: no los incluyas, pueden haberte importado en su momento, pero es hora de desprenderse. Es mejor tener dos proyectos excelentes que 10 promedio. Es mejor tener dos proyectos excelentes que dos excelentes y 8 mediocres. No hay una regla fija para el número de páginas, pero un documento de 40 páginas, ya con verlo parece demasiado largo. Recuerda: en primera instancia el documento será examinado por no más de un minuto, antes de seleccionarlos.
5. Elije proyectos que funcionan con el perfil de la oficina
Es necesario hacer leves diferencias en los portafolios para cada lugar al que estás postulando. Ciertos diseños, por ejemplo, pueden satisfacer algunas oficinas, pero son rechazados en otra. Estudia la empresa, para llegar a conocer un poco su filosofía y crear algo único para ellos. Esto no quiere decir que no se deba incluir proyectos "inusuales". Por el contrario, las oficinas suelen ser muy abiertas a nuevos estilos de arquitectura, siempre y cuando estén bien fundados. Ten cuidado de no imitar los proyectos de la oficina a la que estás tratando ingresar. Pocas cosas son más molestas para una oficina que ver una copia de un proyecto o su "estilo" en un portafolio que reciben. Ser original y pensar por tí mismo son características fundamentales.
6. Adjunta un PDF con un máximo de 15 Mb
Los portafolios en plataformas on-line no son "cool". Una vez más, los portafolios en plataformas en línea no son geniales. Siempre son muy lentos y con interfaces que son difíciles de navegar. Es importante para la oficina mantener el archivo en su propio servidor, ya que en el futuro puedan estar interesados en algo que no tuvieron oportunidad de revisar en el pasado. Un PDF hace que sea fácil la búsqueda en tu portafolio. Los sitios con su propio dominio y programación visual autoral pueden ser muy bien recibidos, pero no reemplazan al viejo PDF. Google Drive y grandes plataformas de envío de archivos deben ser evitadas.
7. Crea tu página de CV de manera atractiva
A pesar de su escasa importancia en comparación con las obras y las imágenes, la página de CV debe contener datos claros. ¿En qué ciudad vives? ¿Qué idiomas hablas? ¿Qué software usas? Esta información se puede colocar de una manera interesante, con infografía, por ejemplo. Tu número de identificación, número de seguro social, estado civil, domicilio y similares son datos irrelevantes y por lo tanto no necesitan ser incluidos en un primer contacto. ¡Pero asegúrate de mostrar información acerca de idiomas extranjeros! Esto es a menudo una habilidad necesaria para oficinas que realizan trabajo en otros países, y su ausencia podría hacer que tu portafolio sea eliminado inmediatamente.
8- Proyectos teóricos
Nada demuestra mejor el potencial de un arquitecto que los proyectos teóricos y académicos. La universidad es el momento de crear el inicio de un portafolio y estas obras son muy valiosas. Valen tanto como proyectos reales, por cierto. La investigación sobre historia de la arquitectura o similares, cuando se desarrollan plenamente, demuestra un conocimiento fundamental para los proyectos del día a día. Demuestra el intelecto detrás de un proceso y tus capacidades analíticas más sofisticadas. La arquitectura se está volcando más y más sobre la investigación, por lo tanto, un dominio de la teoría es crucial. Debe ser evidente, de manera obvia y sucinta, en la presentación de tu trabajo.
9. La inclusión de dibujos técnicos pueden ayudar, pero pueden también distraer
La presentación de un portafolio no es lo mismo que la entrega de planos de construcción. No es necesario explicar todo a fondo, con los dibujos para todas las plantas y docenas de secciones. Pero es importante para obtener la idea general del proyecto (el concepto) y para mostrar sus habilidades. Si te llaman para una entrevista, ese es el momento para llevar algo más detallado. Incluir muchos dibujos, y en particular, muchos dibujos técnicos, que harán que el lector se quede en tu portafolio; deben, por tanto, ocupar un espacio valioso. Puede ser encantador, además, incluir un detalle arquitectónico a escala 1: 1 o 1: 2 que muestre tu atención hacia la construcción y la precisión del diseño, pero sin exagerar.
10. Responsabilidades en cada proyecto
Debes ser claro y sincero acerca de tus contribuciones en cada proyecto. ¡Las contribuciones reales! Incluso si fuiste un alumno en práctica, poner lo que realmente has hecho, "detallar los marcos", "conceptos preliminares del proyecto", "compatibilidad", "trabajo de supervisión", etc. Esto mostrará tu verdadera experiencia . El diseño arquitectónico es siempre un trabajo colectivo y, por lo tanto, incluso en trabajos propios, es probable que no lo hayas hecho solo. Sé honesto.
11. Cartas de presentación
Las cartas de recomendación enviadas por e-mail son un aspecto importante. Deben ser breves y atractivas. Sin grandes discursos. En cualquier caso, este es también un área para ser un poco menos impersonal. Declaraciones honestas y poéticas son mejores que las cartas muy formales. De hecho, nada suena peor que las cartas formales. A menos que estés tratando de entrar en una oficina con cientos o miles de empleados (en este caso, todas las recomendaciones de este artículo no parecen funcionar bien en general). Las famosas cartas de recomendación de otros arquitectos están cayendo en desuso. Casi siempre son escritas por el postulante mismo y terminan siendo sólo firmadas por el arquitecto que hace la recomendación. Estas cartas sólo deben incluirse si la oficina las exige dentro del proceso. Además, ten cuidado de no enviar el mismo correo a todas las oficinas donde tienes la intención de buscar un puesto. Los correos electrónicos que llevan "fwd" en el título o que son una lista abierta de direcciones son generalmente eliminados antes de que el proceso comience.
12. Lo más importante, siempre decir la verdad
No inventar o exagerar nada en su portafolio o curriculum vitae. La honestidad es la mejor política. Puedes conseguir un trabajo, pero perderlo después por mentir. La verdad emerge rápidamente. Sólo sé tú mismo.
